Hermann Garcia
...la luz que emanan tus labios...
Suspiro y estás junto a mi
con la luz que emanan tus labios
que se funden en mi corazón.
Caminando por el espacio vacío de mi ser
alegrando mis rodillas,
las cuales piden clemencia
por los siglos que han pasado sobre el suelo,
implorando conocerte.
Camino detrás del sol
observo un tornado
esquivo un huracán
y llego a ti
disfrutando el hambre que arrecia mi cordura
y hace cicatrizar la locura del olvido
conjugo la razón
y muero en una lucha encarnizada
por recuperar la dulzura
que alguna vez se arrulló en mis manos
y salpicó gracia en exceso.
Ya no soy yo
soy otro:
un viejo que camina descalzo
sobre el ardiente pavimento
el cual se lamenta de haberte conocido
y te odia
soy el ogro que nadie quiere
el capitán de un buque sin retorno
soy tú papá...