La tarde se había puesto triste, las nubes cruzaban indiferentes. La rafaga de otoño arremolinaba en confuso torbellino, hojas secas , revueltas a mis pies amarillas, pardas, rojas… sombrías, sin aroma, sin destino. Pobres hojas esparcidas, esas hojas los anhelos de la vida simbolizan, emblemas de sueños joviales ilusiones y aventuras que en su aurora, ¡ay! nunca volverán El árbol seco en fruto siente, un pájaro cruza plegando sus alas hasta sus ramas mustias, y con su canto alegraba las horas de su amargura, secas sus ramas sus promesas, sufre de pie su condena, su infierno es dd otra índole.
Autor Ore
Acuarela. Reproduccion oleo V V Gogh
Ore