OscarCampos

Obituario de una mariposa

La urbe despierta luces de neón
habitantes vagan sin rumbo y razón
una mariposa cae brutal
¿Quién ora por su vuelo?

Violencia y caos, en cada espacio
almas perdidas, sin redención
edificios que gritan en lenguaje de dolor
sirenas y luce un eterno ruido.

El viento lleva susurros de terror
en la ciudad desmembrada desoladora.

Un río de gente que no se detiene
en sus ojos vacíos la tristeza emerge
nadie se salva, nadie se frena
en el reloj de la violencia
la aguja condena.

Asfalto y sombras, cómplices de la noche
guardianes del desastre sin reproches.

Esta ciudad devora, no conoce censura
habitantes hambrientos de vida
en su triste derroche
sus alas pesadas
se vuelven dolorosas.