Y mientras a través de la ventana del espejo veía llover mis pupilas
El jardín que plantaste en mi pecho se secaba de desolación
Que amargas las gotas de lluvia
Que salados los sentimientos que recorren mis mejillas
Las nubes negras sólo oscurecen mi camino
Negándome cualquier ápice de luz
Te vas desprendiendo de mi pecho como en otoño las hojas
Marchitos, mis sentimientos caen para convertirse en polvo
Espero a ninguno de ellos del piso recojas
Después de todo ellos para ti siempre fueron un estorbo
Mi sonrisa se dio a la fuga
Los te quiero migraron de mis labios
Mis ojos se cerraron como los lirios
De tanto escuchar consejos sabios
No quiero tener que reprocharte acción alguna
Pues no quiero gastar mis palabras en vano
Tú y yo ya no nadamos en la misma laguna
Tú y yo ya no somos los mismos que se dejaron aquel verano