Soneto decasílabo
(sátira)
Se alargan las sombras en las letras,
se jactan del ego de su entraña.
Y al ser solamente la patraña,
coronan virtudes con sus tetras.
Es grande su orina en sus uretras
que crean un mar en su montaña.
Y al ser simplemente en su cabaña,
sus letras, bazofias “kilométricas…”
Perdón por rimar en asonante,
así la sapiencia del pensante,
que crea en su “ismo” perfección.
Soberbio, es aquel, que en lo torcido,
observa lo recto en lo podrido.
¡Humilde me sea en la razón!