Dédicado a aquel ángel Kaído... que envolvió sus palabras en pétalos de noche.
Él, el del corazón de cristal.
Con amor. Yael
“Se entreabren puertas prohibidas
Y Eva aprende a sufrir.”
Yumana Haddad
No habrá tallo de fruta
que no vaya a lanzar su fruta al suelo.
Y en su carne vacía
hallarán su alimento los gusanos.
Porque sin ti no habrá remordimiento
que no remuerda el hueco de tu aroma.
Ni habrá verso ni estrofa ni sonido
que me miré a los ojos desde adentro
y me pinte en la boca que fue cierto.
Y aunque tal vez fue cierto,
no habrá voz tan potente o tan audible
que se atreva a decir que no te tengo.
Y aunque ya no te tengo,
guardaré para vos ese secreto.
Porque sin ti no quedará silencio
que no quiera callar que te he perdido.
(24 de agosto)