Hernán Mejía Silva

LA CARTA

Jamás me llegó tu carta,

escrita con aguas de mar,

difusas las palabras,

a obscuras una vez más…

 

Paseaba por la rambla,

tratando de serenar,

el impulso de una tarde,

que comenzaba a menguar.

 

Recordaba nuestros vacíos,

rompiendo el hilo sisal,

cuerda en que sonaba el lamento,

del grito abismal…

 

Jamás recibí tu carta,

mas la puedo imaginar,

escrita a modo de despedida,

a las orillas de el mar.