No sabes cuánto es lo que a tu regreso espero
Pero a partir de tu engaño que prefieres que diga?
Acaso que ya no te quiero?
O tal vez cuánto es lo que te extraño ?
Acaso soy yo el que debe yacer inerte en los surcos de tu indiferencia
O eres tú la que debe regocijarse de haberme abandonado
Mientras veo el cielo palidecer
Hoy en día no encuentro a nadie a mi lado
Tus ojos miel ya no me endulzan y mucho menos me mienten
Ahora que disfruto del silencio el sonido de tu voz me es extraño
No obtengo nada amando a corazones que no sienten
No quiero nada de aquellos corazones que solo ofrecen engaño