yurim

perdida

Supe que te amaba cuando hasta las cosas más simples empezaron a adquirir sentido contigo. Cuando el tiempo juntos se volvió indispensable para mí existir, y aún rodeados de gente, mis oídos solo podían escuchar tu voz y mis ojos solo deseaban verte. Cuando los silencios fueron perfectos y hasta las palabras dejaron de ser necesarias, pues bastaba una mirada para descifrarnos, cuando ya no había momento alguno en el que tú no rondaras por mi mente y cada canción de amor parecía evocar tu nombre, supe que estaba perdida, perdida en ti y que las posibilidades de ser hallada eran muy pocas.