Guardo memorias de días felices,
en el cofre del alma, donde el amor persiste.
Busqué en otros abrazos un nuevo renacer,
más solo tu sonrisa logra mi mundo mover.
Hoy te vi, radiante, con otro amor al caminar,
mi mirada cautiva no te pudo ignorar.
Esa sonrisa que fluye como un río en primavera,
la misma que perdí en tu puerta aquella era.
Hoy marco el final, en esta ciudad de soles,
emprendo un viaje, en busca de nuevos roles.
Dejaré atrás el ayer, con esperanza en el corazón,
hallaré un nuevo amor, bajo un distinto sol.
Como un ave fénix, renaceré de las cenizas,
y en el jardín del futuro, plantare nuevas semillas.
El viento del cambio soplará a mi favor,
y en el horizonte, encontrare un nuevo amor.