Tus pechos:
Góticos campanarios.
Errabundos gatos
maullándole a la luna.
Monedas extraviadas
en la arena.
Ópalos perfectos
tallados con esmero.
Palomares donde anidan
mis besos.
Grandes copas de miel
o vino o veneno.
Cicuta para mis agonizantes
labios.
Moldes perfectos
donde encajan mis manos.
Palidez serena
de perfecta redondez.
Láctea fuente de vida,
y redondas formas del pecado.
© Armando Cano.