Paco Pena

EL MONÓLOGO DEL ESPEJO

Hace demasiado tiempo
que no me saludas,
pasas ante mi sin dedicarme una sonrisa,
me siento vano,
despojado del alma en ausencia de tus pupilas.
¡¡Ven!!..., y  asomate al reflejo que mi lámina te brinda.

Te noto cansado,
tu mirada triste reposa sobre lobregas ojeras.
¡¡Alegra esa cara!!...,
la vida es solo una quimera,
una fantasía donde todo se enreda,
donde las emociones sencillas se disfrazan de complejas.

¡¡Ríe!!..., dibuja una luna creciente sesteando en tu barbilla,
relaja tu inexpresiva tez
y pon un chispazo de alegría
en esa mirada siempre vacía.
Ahora, levanta tus mejillas
y saluda en el espejo, al optimista que te mira.