Felino mío, ¿por qué me atacas?
Me arrancaste el corazón y me quedé sin calma.
Tu dulce corazón me da caries,
y la calidez de tu pelaje derrite mi alma.
Bostezó a tu lado, la calma se convirtió
en los insoportables minutos recostada en mi ser.
Aléjate de mí, me dañas. Fuera de aquí,
pero estoy encerrada en tu misma jaula.