El poeta amigo se ha ido,
el silencio aún lo nombra,
un verso se halla perdido,
en el azul de su sombra.
Con su pluma dibujaba
una esfera de ilusiones,
donde el alma se adentraba
rodeada de emociones.
De sus glosas el destello,
un faro que fiel alumbra,
nos ilustra con su brillo
el saber en la penumbra.
En la brisa aún se encumbra
esa voz suave y sincera,
que la pasión que se siembra
la historia recita entera.
Su risa era melodía,
sus sueños, un mar profundo,
ahora en la lejanía,
se despide de este mundo.
En su viaje hacia el eterno,
entre cantos y silencios,
el poeta de ojos tiernos
renace con los rocíos...