Quiero construir una vida contigo,
no quiero poseerte,
ningún hombre debe ser tu dueño;
pero pelearía por tus besos.
No seas tan rígida, déjame amarte, no quiero hacerte daño,
solo deseo abrazarte, acariciarte,
¿Por qué no he de escuchar tus debates?.
Si tú opinión para mi es súper importante.
¿Por qué no he de pelear por ti?.
Si eres lo más hermoso del firmamento.
Si te parece ridículo, ríete no me importa, pero cuando estoy contigo,
no necesito que salga el sol para que ilumine mi día,
porque es evidente que tu sonrisa tienes ese brillo fenomenal,
hasta lo reflejas en tu mirada.
Tus suaves palabras, te hacen ver más atractiva, tanto que no puedo resistirme como si fueras un rico caramelo relleno de chocolate.
¡Oh si! Créelo, no miento; por eso estoy
embriagado de amor por ti, y quiero ser tu compañero.
El matrimonio no es una esclavitud.
Ahora tú decides si me aceptas o me despides.