¡Pobre de ti!
Has pasado tu vida
Corriendo tras el unicornio.
¡Pobre de ti!
Los destellos de hadas azules
Te han dejado ciega
Pobres las creyentes en el mito recurrente
Caen al vacío encandiladas por el resplandor
de la aparente magia de las mariposas.
Yo hace algunas eras me enteré del secreto
Me lo dijeron susurrando
Las víctimas calladas que de dolor se alimentan
Me aconsejaron nunca profiriera esa palabra
¡No la pronuncies!, advirtieron
Obedezco,no lo haré
A cambio, quedará oculta en algún rincón
de estas amargas letras
Por si alguien ingenuamente desea
enredarse en la trampa pérfida.