Recuerdo los gritos,
recuerdo las muertes,
las noticias que avanzan
y el fuego que muerde.
Recuerdo las calles,
edificios inertes,
escombros, los muros,
sangre indolente.
Recuerdo esa tarde
que ha devorado el presente
con un llanto sin voces,
sin lenguas ni dientes.
Recuerdo las manos,
gélidas y ausentes
y muertes sin culpa
de un verano doliente.
Recuerdo las calles,
los rostros inertes,
un recuerdo que arrastra
lo que fue el once de Septiembre