De los besos de mi boca
siempre sé procurador
no te vuelvas el deudor
que lento se desboca.
Con tu mirar convoca
dirigirme en el candor
de ese beso bastidor
apasionado: provoca.
Sé el mayordomo fiel
de mi amor y ternura
y te rendiré mi piel,
en máxima dulzura.
Delicada fruta en miel
entregada con locura.