Cuéntame si cantas
al sol de la autopista
y dime si sonríes...
Cuéntamelo sin decírmelo,
pues de tanto largo tiempo
desmenuzando días en cachitos de mundo,
ese esqueleto que nos orbita al sol y a todos,
como orbitan mis poemas perdidos
en el reverso de tus párpados,
perdí la cuenta de las sonrisas que te debo.
Aislé la marea y se vovió tsunami,
y el puente colgante de un amor profundo colapsó,
tal vez inoportuno,
tal vez de incierto sueño...
Me alejo de tu piel como un minúsculo papel en un remolino
y avisto desde el trance del poeta
el olvido que dibujas en tu bloc,
a carboncillo,
a falta de colores,
con tu forma de tristeza,
con tu forma de destreza
y cierto anhelo...
No soy menos libre sin ti;
soy tal vez la llave de mi calabozo
y soy mi calabozo en sí mismo,
confortable celda
que me devuelve mis horrores.
Hay eclipse de noche y de día,
que va y viene,
en esta sala de espera que es la vida,
donde nadie espera ni nadie es esperado...
RBP (28/8/24 - 15:32)