GLOSA A LA MELANCOLÍA
Hoy que no estás añoro tu presencia,
y nuestro lecho luce tan desierto,
no me enseñase a soportar tu ausencia,
y de esta pesadilla no despierto.
Versos del poema ‘POEMA DE LA MELANCOLÍA’ de Kin Mejia Ospina
Y de esta pesadilla no despierto
el motivo lo sabemos tú y yo,
quizás pudiera ser también que no
pero, lo creo, lo intuyo y es cierto
porque solo estoy yo y yo no estoy muerto.
No hay manera de superar tu ausencia
pues como un poseso busco tu esencia
y posiblemente sea el porqué
de mis pesadillas, pues noto que
hoy que no estás, añoro tu presencia.
No me enseñaste a soportar tu ausencia
y ahora lloro casi cada noche
más o menos hacia la medianoche
por tener que dormir sin tu presencia
y ya ves, lloro, lloro de impotencia.
Lloro tanto que cuando me despierto
me pienso que lo de ayer no fue cierto
creyéndome que había sido un dolo
pero la verdad es que dormí solo
y nuestro lecho luce tan desierto.
Y nuestro lecho luce tan desierto
que me pregunto ¿dónde estuve anoche?
a saber, quizás ¿durmiendo en el coche?
pero posiblemente este en lo cierto
pues en vivir solo, no soy experto.
Pero bueno esto es cuestión de paciencia
y te cuento a ti, en plan de confidencia
me cambie de lecho y no duermo ahí,
pues era solo sufrir y tú a mi
no me enseñaste a soportar tu ausencia.
Hoy que no estás añoro tu presencia
y me noto como apesadumbrado
todavía no me he acostumbrado
no, no me acostumbro a vivir tu ausencia
y mucho menos a perder tu esencia.
Vivir sin ti es un puro desacierto
y me espera un futuro muy incierto
donde por mucho que hinque mi rodilla
esto es vivir en una pesadilla
y de esta pesadilla no despierto.
M.