Tomo un lápiz y dibujo una mantis, no sé si es religiosa simplemente es letal y vanidosa, sabe que es hermosa, en un ambiente hostil.
Adopta una postura y opta por lo sutil, sus brazos aparentan que te abrazan pero es su estrategia, así ella engaña, es la desgracia de sus presas.
El ser humano tal vez aprendió del insecto o animal, porque muchos te abrazan y te clavan con un puñal, su cuerpo no siempre es igual algunas son como ramas, otras como hojas, se saben camuflar.
El ser humano adoptó una de sus virtudes, pues aparentan lo que no son y cuando menos lo pensamos nos destrozan sin piedad.
La mantis tiene unos ojos enormes para poder observar mejor, es curiosa, la naturaleza es bondadosa, el ser humano ya lo destruyó, la mantis es vanidosa.
Sin embargo no se si es religiosa o simplemente orgullosa, contemplarla es un arte, volar también lo hace, ella es completa, es una criatura compleja.
El humano es el único animal que perjudica el ecosistema, daña su planeta, la mantis no se si es religiosa, pero es majestuosa, una rareza.
Al volar parece que utiliza el disfraz de una doncella, los humanos son tan destructivos que lo atrapan y lo introducen en una botella.
La mantis nos enseña que la apariencia engaña, ella goza de mala fama, si bien no es peligrosa no se si es religiosa.