Miguel Ángel Miguélez

\"Ogigia\" (soneto lipograma, sin la -e-)

 

 

 

 

 

Un barco sin timón ni rumbo fijo

por los acantilados va. Su quilla,

hundida al aquilón junto a mi orilla

apátrida y marina, un dios maldijo

 

pirata y capitán. Tras su amasijo:

la tabla más oscura, cuya astilla,

como palo mayor a mi costilla,

sin ninguna razón dolor inflijo.

 

Si Príamo murió por Troya augusta,

por ti yo fui y viví las magnas olas

y al Ponto* contra mí, bajo un fragor

 

canoso hasta la costa, ¡oh alba fusta!...

Mas Calipso no basta cuanto, a solas,

hoy lloro aquí mi sino al batidor**.