La lluvia hace con la brisa
Abrigos de sueños en la noche fría
A los vagabundos
Hoy llovió a raudales por las calles rotas
Cómo el alma mía
No hubo concierto de pájaros furtivos
No salió la luna
Estaba desnuda y muerta de frío
El sol se fue temprano impregnado
De un aliento gélido de nueves viajeras
Goteras vivas del altar de mi alma
Recorren mi rostro
Si retomando entre cristales mustios
Empañados por gente sin alma
En el tropel desenfrenado
De la vida silente
Con sonrisas falsas en dentaduras postizas
Hoy llovió en el el suelo en el lago
Pero en mi alma sigue lloviendo lentamente hasta el fin de los días