Marcelo López

Incontrolable llanto

Lloré

recuerdo fue más de una lágrima

después de aquella noche

me quedó nada

sino tu corazón en mis manos

al cual acaricio

siguiendo el ritmo de mi llanto.

 

Te agradezco tanto

pues cuando te tuve, intensamente te gocé 

ahora aunque ya no estás

tu sombra me acompaña

en cada caminata.

 

Te siento

cuando el viento llega a mi cuerpo

tocándome con tal ternura

la piel se eriza creando tu figura.

 

Seguiré en las mañanas caminando

porque aún cuando no desaparezca el llanto

el viento siempre me recordará algo;

estás siempre a mi lado.