Lloré
recuerdo fue más de una lágrima
después de aquella noche
me quedó nada
sino tu corazón en mis manos
al cual acaricio
siguiendo el ritmo de mi llanto.
Te agradezco tanto
pues cuando te tuve, intensamente te gocé
ahora aunque ya no estás
tu sombra me acompaña
en cada caminata.
Te siento
cuando el viento llega a mi cuerpo
tocándome con tal ternura
la piel se eriza creando tu figura.
Seguiré en las mañanas caminando
porque aún cuando no desaparezca el llanto
el viento siempre me recordará algo;
estás siempre a mi lado.