Entre guijarros y las buenas mieles
se van descomprimiendo los suburbios
que fueron sables de pelaje turbio,
de machacado sueño por los rieles.
Si ayer anduvo mascullando el viento
todo el dolor de la pandemia enferma,
hoy se reviste la salud -en berma-
de hacerle frente al noble pensamiento.
El nuevo día ya se condimenta!
El nuevo día se vuelve futuro!
Con aires limpios en su vestimenta
y la mejor manilla ante los muros
que se golpean, en su propia afrenta,
mientras se emprende el vuelo más seguro.