QUIMERA.
¿Qué mujer vio tu alma?
¿O solo la pensó sin verla?
y sin saberla tormenta o calma,
la idealizaste sin poder tenerla.
¿Acaso fue bosquejo irreal
que hiciste etérea realidad?
¡Cautivo de espejismo total!
Más amarla no fue mal,
cómo no es malo soñar,
pero siempre lo virtual,
será anhelo sin alcanzar.
Y aún tu alma la alcance
y la vivas sin tenerla,
será un banal romance.
… Perderla sin poseerla.
Y amarás tanto su quimera,
ansiando su cuerpo ausente,
como también ama la fuente,
el rumor de agua en su rivera.
Agua que se va aparente,
pero vive y permanece,
en el vientre de la fuente
o en el mar donde yace.
Así la Mujer idealizada,
trazada y fija en la mente,
ofrenda su orografía ausente,
a nuestra alma desquiciada.
Más desquicio apetecido.
Que nos hace vivir…
Lo nunca antes vivido.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA.)
Septiembre 11 del 2024.