Quien de pequeña, no soñó con ser una princesa, un hada o una flor del mundo Disney.Recuerdo la fascinación cuando fui con mi hermana y mi madre a ver un film del cineasta, Cascanueces.La sala de cine era gigante, con una planta alta. Generalmente,las proyectaban en las vacaciones invernales.En la entrada había un caramelero, con un traje, para mi era un disfraz, en ese entonces, porque hasta sombrero llevaba.Vendía unas pastillas grandes de menta bañadas en chocolate, para mi asquerosas, lo que me gustaba era el maní bañado en chocolate.Mi madre previsora, siempre nos decía que teníamos que ir primero al sanitario, para no tener que salir en medio de la, función.Una tortura, porque ella me alzaba para que no tocara mi trasero el inodoro, yo no tenía ganas pero insistía, creo que de ahí me quedó el trauma, para orinar, porque no me es fácil ir a un sanitario público.Luego ella seguía con la tortura, porque iba susurrando al lado,leyendo los subtítulos porque todavía no sabía leer, a veces mi hermana que ya leía, se incomodaba y la miraba fijo.Nunca ,ella,quería llamar la atención.Creo que para más de uno, mi madre fue la voz de la sala....Volviendo a las princesas, que eran las más bonitas y se recreaban con vestidos fantásticos y príncipes guapísimos ...Viendo los films,me introducía de tal manera, que revivía esas historias, a ser una hermosa y encantada niña, que hablaba con pájaros y revoloteaban coloridas mariposas alrededor.Se iluminaba la sala, y yo seguía en esa ensoñación.Fui creciendo y la vida, me fue desilusionando, luego leí de Bruno Bettelheim, Psicoanálisis de los Cuentos de Hadas, y ya todo se me fue al carajo..En la actualidad sigo soñando con actores imposibles, que vienen a seguir siendo príncipes azules, por lo inalcanzables, nunca me van desilusionar....
(rosi12)