Marco Alvarado

DecepciĆ³n

Esta noche se derrumbó su imagen

la que construí de ella en mi mente

que erigí con devoción

con el deseo de sus besos

con mil “te quieros” suplicantes

se desvaneció

como el polvo en el cristal de mi ventana

bajo la lluvia

que muerde mi piel y con su realidad de frio

que me envuelve en húmeda melancolía.

 

 

Negra noche de despecho e ira

en la que descubrí su desdén, su titubeo

su carta bajo la mesa

con su perfidia

arrancó la blanca quimera de mi pecho

y bebí la amarga realidad

de su indolencia.

 

 

Noche infausta de verdades crudas

con un beso imaginario

el más intenso y afligido

beso de despedida

enjugó mis lágrimas con sus labios

y me dijo adiós para siempre

mi doncella etérea

ya no paseará inocente, suave y tierna

señalándome el futuro por las rutas de mis sueños

ya no deshojará mis anhelos

con mi alma en agonía le entregué

el dolor de mi sembrío perdido

una etapa de mi vida

con los versos y acordes

que de  su inspiración nacieron

y se perdió tras la bruma

de la noche

de mi tristeza.