yurim

Soltar

Soltar es algo que duele, es algo que aterra y mucho más cuando nos toca dejar ir alguien que aún amamos, porque dejarlo ir es mejor que tenerlo a tu lado, es ser golpeado por un tsunami de emociones mientras ves cómo se aleja y no te queda de otra más que ahogarte en ellas.
Es no querer perder eso a lo que tanto le diste, es aferrarte a cada momento que estuviste a su lado, escarbarte el pecho buscando un corazón y hallar un espacio vacío, cerrar los ojos en un intento de no pensarle y ver su sonrisa, soñar cada noche con su mirada y querer sumergirte en ella hasta el alma, es tener sed constante de sus labios y no poder saciarla.
Soltar es perder un poco de ti, es cambiar poco a poco cada cosa de tu vida, porque ahora su presencia está impregnada en cada una de ellas. Es tantas cosas que todas ellas te llevan a lo mismo, a su presencia que ya no está y a las heridas que tardarán en sanar, obligándote a aceptar tu nueva realidad, una en la que claramente lo más importante no está.