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Mentes

En cada susurro del viento lejano,
te escucho, sin dudas, como si aquí estuvieras,
un eco profundo, un canto humano,
una voz que se aferra entre las sombras enteras.

¿Acaso son las estrellas que a ti me acercan,
o el roce de recuerdos que jamás se olvidan?
Cada rayo de luna que mis noches despiertan,
lleva tu esencia, en mis sueños anidan.

A veces me pregunto por qué te pienso tanto,
en cada paso que doy, en cada quimera,
será que los lazos, aunque frágiles y quebranto,
son hilos invisibles que el amor no desespera.

Las mentes se encuentran en un mismo compás,
bailando en el tiempo, más allá del umbral,
te siento en el aire, tu risa es mi paz,
el mundo se aquieta, el silencio es un caudal.

Y aunque la distancia intente separarnos,
las conexiones persisten, desafían al mar,
por más que te alejes, en mi mente has de hallarnos,
te pienso y te extraño, y vuelvo a soñar.

Eres la epifanía que da vida a mis días,
una luz que persiste en la oscuridad,
y aunque en el horizonte desvanecen las vías,
siempre serás parte de mi realidad.

Así, en esta danza de almas entrelazadas,
te miro en la brisa, que acaricia el momento,
en cada susurro del aire que pasa,
asomando tu esencia en mi piel, en mi aliento.
Los rayos de sol, como manos doradas,
tejen un abrazo que envuelve mi mente,
y aunque el tiempo se esconda tras nubes apagadas,
en cada latido, en cada lágrima ausente,
te encuentro en el eco de risas olvidadas,
en cada vistazo al pasado resplandeciente,
una huella eterna que nunca se apaga,
y en cada recuerdo, florece mi presente. 

 

Mentes

En un rincón del alma, un hilo sutil,
conecta mis pensamientos a tu ser febril,
aunque la distancia se cierna, implacable,
mi mente te atrapa en un instante inquebrantable.