BESOS ROBADOS
Ha engarrotado el miedo a mis sentidos
petrificado estoy ante el desprecio
por no poder pagar el alto precio
de aquellos besos que me son prohibidos.
En pecado sus besos convertidos
me arrebatan la paz y en el silencio
maldigo el verla ajena y como un necio
libero a mis deseos pervertidos.
Su boca que ha sabido arrodillarme
es la puerta de entrada a sus caricias
y una llave muy pronto iré a robarle.
La puerta son sus labios y al besarme
probaré de su cuerpo las delicias
y más de un beso... ¡Voy a arrebatarle!
...