Si todo va mal
el bosque se encierra,
se fortalece y crece,
le sobra la emoción
y despierta cada día
con imaginación.
Voltean campanas
al aire de la mañana,
la belleza de la lluvia se contiene,
silban las serpientes,
cantan las aves, los insectos
y el murmullo del agua.
Siguiendo las huellas
caminan los pasos
que llevan hasta la fiesta,
sincronizando el ritmo
los estorninos bailan en bandadas,
pulso y compás de los cuerpos
que habitan estos parajes.
Si tus ojos latinos
estrechan mis manos
no bailaré a destiempo
mientras nos quede aliento,
movimientos circulares
entrelazados
desafiando la gravedad
en esta pieza de baile,
torbellino de satén y de seda,
líneas abiertas para el corazón,
melodías que curan
las heridas mortales
y los lamentos redimidos
de los cazadores.