¡Bendita poesía!
Un día como hoy
En que la rutina y el tedio
Roñe las tripas y aplaca el ánimo
Sale al rescate la vibrante poesía.
Que si la señora Rosario
También sufrió la misma
Insípida experiencia;
De nacer en un tiempo equivocado.
“Que a su destino se doblegó
Como arbusto
Cuando lo acosa y lo tortura el viento”
Que si a la higuera
Del centro de su quinta
La señora Juana
Le dice por piedad:
¡Que es hermosa!; Aun cuando,
Ella sea fea, y gris y sin gracia.
Y que la higuera se lo crea.
Y que embriagada de gozo,
Al viento le cuente:
¡Hoy a mí, me dijeron hermosa!.
Que si nuestra querida Adela,
Con nubes y vientos nos cuenta:
“que el sol en verano con rayos
Calcina la tierra”…
“Que el viento y las nubes
Entolda el espacio y oscurece
La esfera”. “Que todo es tinieblas.
Y después de una noche de horrores,
Se ve como siempre brillante y serena”.
“que el viento y las nubes son fuerzas,
Que destruyen y crean”.
Que cuando la señora Rosario
Dice: “Matamos lo que amamos.
Lo demás no ha estado vivo nunca”.
Afirma con vehemencia
Que el amor es la fuerza
Creadora por excelencia.
Son fragmentos de historias
Impresas en el alma. Y al leerlas
O conocerlas, somos parte de
Algo o de todo. Un universal
Idioma que conjuga y expresa
El sentir del corazón.
Bellas, extensas y a veces
Indescifrables. Cada una
Vivaz y misteriosa dice
Lo que dicta el corazón.
Vamos por la vida atesorando
Vivencias propias o ajenas.
La poesía es catalizador y obra
Es voz y razón. Es pecado y expiación.
Ella es necesaria y transgresora.
Es la celestina por naturaleza.
El amor se suple de ella.
En ella habitan la duda o la certeza.
Ella por si sola tiene la capacidad
De derribar barreras y arrasar muros.
En cualquier fortín o bastión.
La poesía es redentora para el que escribe
Y retadora para quien la lee.
Puede ser suave y dulce
O amarga y cruel según la ocasión.
¡Bendita ella!
¡Bendito aquel que se sirva de ella!.
Para ganar una guerra o batalla
Sin ningún daño colateral…
A la poesía debes acudir sin dudar.
La poesía es eterna
Y eteno es, el haz de su luz iluminadora.
Vamos naciendo con ella,
Y con ella nos place morir,
Continuamente.
Perfecta cómplice
En cuitas y remilgos
En emboscadas de amor
Y de despecho.
Coequipera en
Días de lluvia o llanto.
Amante fiel en
El desvelo o la ilusión.
La poesía no corroe
Al contrario, sana.
Curte el espíritu
Y alborota la sangre.
El poeta,
Los poetas.
Los que hacemos poemas…
Lo que sentimos la poesía.
Somos afortunados corsarios
Y templarios. Prestos a servirle,
A honrarla
A poseerla.
Ella se roba nuestra pasión
Ella desata nuestras lágrimas
Ella ennoblece nuestro corazón.
¡Bendita la poesía!
Pabby/2024