Libertad
Ya no hay cadenas.
Solo un cielo abierto.
Un corazón que late.
Un alma despierta.
Las palabras se disuelven
en el viento.
Y solo queda el silencio:
profundo y cierto.
No hay súplicas.
Ni lágrimas que imploran.
Solo una fuerza interna
que se explora.
Las manos se liberan.
Las alas se despliegan.
Y en el vuelo del alma,
la libertad se alegra.
No hay ataduras.
Solo un camino nuevo.
Un horizonte infinito.
Un futuro que se mueve.
La mochila se vacía,
dejando atrás el dolor
que la aprisionaba.
Y en la ligereza del ser,
hay flores carmesí,
que volaron sin cesar,
la vida se renueva.
No hay más preguntas.
Solo una respuesta clara:
la libertad es el camino,
la única verdad que importa.
Y un susurro que se escucha:
¡A buscar nuevo amor!
Vuela, ¡vuela libre!
Sin ningún lastre.
Autor: Antonio Pais