En estos días de amor y amistad, el alma vaga entre sombras, donde el eco de un beso perdido resuena en las esquinas vacías del corazón.
La luna, tímida, se oculta tras nubes de desilusión, mientras la lluvia arrastra las promesas rotas, como si lavara los pecados de los amantes.
Cada mirada furtiva lleva el peso de traiciones no confesadas, y el susurro del viento cuenta historias de amores que nunca fueron.
En este mundo donde el deseo encarcela y el amor libera, la búsqueda sigue, siempre entre luces y sombras, entre lo efímero y lo eterno.
En estos días de amor y amistad, el corazón se envuelve en un velo de incertidumbre, donde los sueños se desvanecen como susurros en la penumbra.
Las estrellas, antes cómplices de encuentros, ahora brillan con indiferencia, y la luna observa en silencio los secretos no dichos.
Los amantes se entrelazan en caricias fugaces, mientras en sus sombras yace la traición. El viento lleva consigo las cenizas de promesas olvidadas, y el eco de risas lejanas se mezcla con el suspiro de quienes buscan, sin encontrar, el refugio en un amor que ya no responde.