Eran otros tiempos.
En un libro
de apuntes viejos,
encontré
estos tristes
versos de entonces.
Eran cuando
precisábamos
de fórmulas efectivas
y queríamos llevar siempre
un fusil al hombro,
buscando emancipar
lo
que fuera necesario.
Los trovadores
cantaban
junto a destellos
de metrallas
que irrumpían
en el alba
de los continentes
lejanos ,
donde queríamos
asistir
para cambiar su historia.
Quise ser como
uno
de aquellos locos valientes,
que ni el Infinito
los limitaba.
Andábamos de prisa
con
la premura
de hacer más
para
llevar cargadas
de emociones,
nuestras mochilas
de fé.
Eran otros tiempos,
y éramos otros
porque
nadie miraba la hora,
ni preguntábamos nada,
nos sobraba lo poco
que teníamos
y compartíamos
nuestros sueños.
Eran otros tiempos,
por eso quizás
deje olvidado
estos tristes versos
en este viejo cuaderno,
que tengo
entre mis arrugadas
manos septuagenarias…
El Huagiro.
Madrid,4 de Diciembre del 2020.
A la edad de 70 años.