jvnavarro
DIARIO DE VERANO LXXV (EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA)
Acabo de llegar de comprar pan,
el pan nuestro de cada día,
el del catecismo,
el que se arroja en aviones
en zonas arrasadas
por las hambrunas,
vengo de por ese pan
convertido en las zonas más ricas
en algo diferente
que solo sabe a componentes
sin más ataduras
que una masa desprovista
de la heroicidad de otros días,
el pan nuestro,
el pan del sudor,
el pan de cada día,
en la mesa arrinconado
como si estuviera poseído
de esa soledad,
la de los seres humanos
conviviendo
día a día
cada uno con sus pesadillas.