INDOLENCIA.
El indolente ayer quedó atrás:
De un tiempo sin continencia,
cautivo de un furtivo recordar
o de un olvido en la conciencia.
Y sólo quedan resabios,
amargos o apetecidos,
de ósculos ya sin labios
entre lapsos fenecidos.
A veces el ayer se presenta,
en el hoy que no retrocede
y el amor; A veces nos tienta,
incitando lo que no se puede.
Así el tiempo nos fracciona,
dejando pasado y presente
y el futuro indefectiblemente,
pronto nos deja y abandona.
Pasa la vida sin darnos cuenta,
ante la sobrevivencia del tiempo
y desde la cima en caída cruenta,
llegar al abismo. Es un momento.
Y la autoestima y el sentimiento,
también se nos va en un instante,
y se hace odisea constante…
fijar memoria en alma y pensamiento.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR A. ARANA.)
Septiembre 15 del 2024.