Un silencio que irreverente me calma
como calma el viento al mismo mar,
mientras la pasión perdida en mi alma
seduce a mis pupilas al instante de llorar.
Un corazón herido que todo me reclama
en un tiempo que solo sabe avanzar,
mientras mis ojos solo miran la llama
que quema los leños allí en el hogar...
Una soledad que me resulta acogedora
mientras dentro de mí mi alma llora
lo que en un momento se supo perder.
Mi sangre que se mueve dentro del dolor
mi tristeza que se reconoce en el amor
y mi ilusión que sabe que ya no ha de volver.