Tanto de ti quedó
impregnado en el aire
que hoy seguro estoy yo
que recuerdos como esos,
llenos de risas y besos,
no los borrará nadie.
Tanto de ti guardé,
detalles grandes y pequeños,
son tantos que no sé
a decir verdad,
si son luz de mi realidad
o fantasías de mis sueños.
Tanto de ti me diste,
flor de hermosa presencia,
que hoy creo que no existe
en todo mi entorno
un objeto, ni siquiera un adorno
al que le falte tu esencia.
Quiero caminar y detenerme
a recordar tus cosas bellas,
imaginar que puedes verme
bendiciendo mi destino
porque un día en mi camino
aparecieron tus huellas.
Tanto de ti hay en mi vida
y tanto habrá en mi muerte,
pues será harto conocida
mi razón de vivir por ti
y todos sabrán que morí
sin dejar nunca de quererte.
No dejaste espacios vacíos
y en mi piel ni los poros,
en estos recuerdos míos
pienso en ti como en ninguna,
eres mi mayor fortuna,
el más grande de mis tesoros.
Tanto de ti hay en mí, tanto,
que no hay nada si no estás
en mi risa y en mi llanto;
todo por ti se encierra,
tu paz para calmar mi guerra,
tu guerra por lograr mi paz.
Y aunque el tiempo pase chiquilla,
no hagas caso de esto,
por una razón muy sencilla:
con tanto de ti llenaste mis segundos
que en mi vida y en mi mundo
¡nadie ocupará tu puesto!