Esposa maravillosa
Hace muchos años, conocí a una hermosa mujer, mejor que las anteriores
Su elegancia y su porte inspiraron mis versos, mis poemas y los bocetos de los pintores
Llegó a alegrar mis tardes y el candilazo de los arreboles y sus magníficos colores
Su caminar pausado, meneando su bello cuerpo, me dejó lelo y con boca abierta, silenciando el fragor de los tambores
Dejando a su paso la fragancia de su jardín florecido, sus aromas y sus olores
Me enamoré de esta primorosa mujer a pesar de mis pecados y las caídas sin la confesión de mis errores
Y ella me guiñó el ojo y la sonrisa de su rostro alegró las ansias y la pasión de mis amores
Su abrazo alejó mis sombras, mis miedos, mis espantos y los pánicos de mis temores
Me entregó su alma y su cuerpo y la emoción apasionada de sus sudores
Fue y ha sido la chispa incandescente y enrojecida, que prendió al instante la fuerza de mis motores
Y desde entonces ha sido la luna llena, que ilumina mi alma con sus rayos y resplandores
Llenando mi vida de alegrías, de sonrisas, de sentimientos, de ilusión y de sueños protectores
Mujer hermosa embriagadora, mi cerveza, mi aguardiente, mi whisky y el anís de mis licores
Mi calmante, mi aspirina y mi único mejoral, que calma mis gritos y la valeriana de mis sueños tranquilizadores
Desde hace mucho tiempo, esta mujer hermosa, me entregó su dicha y sus felicidades
Me entregó su corazón, su frescura y su bálsamo y lo precioso de sus libertades
Su pudor y su honestidad y la acalorada pasión en el recinto de las intimidades
Mujer bella y encantadora, que derrocha amor, cariño, lealtad y fidelidades
Que aleja de mi alma truenos y relámpagos, envidias y soberbias, que arrastran huracanes y tempestades
Hace muchos años se desvanecieron como por encanto, hostilidades e inseguridades
Tampoco han aflorado incertidumbres, maldades, ni contrariedades
Al lado de esta bella mujer, todo ha sido amor, pasión, comprensión, tolerancia, hogar, hijos y familia, llena de pasionarias sensualidades
Como el cielo azul, lleno de estrellas y luceros sin nubes en sus inmensidades
Hace muchos años que llegó a mi vida un encantadora y bella mujer, asombrosa y preciosa
Y ha sido por siempre mi mujer, esposa y mi amante querida maravillosa
Llegó a mi alma una mañana, con su mirada silenciosa y misteriosa
Desprendiendo de sus ojos gachos adormilados, luces de amores luminosas
Y una sonrisa en sus los labios carnosos voluminosos provocativos, como pasionaria de aires huracanados amorosa
Llegó a mi selva, dando luz y claridad con su alma asombrosa y cariñosa
Revoloteando en mi cuerpo como bella y esplendorosa mariposa vigorosa
Gracias Dios todopoderoso, por enviarme a esta mujer amorosa y gracias por sus bendiciones de felicidades majestuosas.
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga sep. 15-2024