jorge enrique mantilla

Esposa maravillosa

Esposa maravillosa

 

 Hace muchos años, conocí a una hermosa mujer, mejor que las anteriores

 Su elegancia y su porte inspiraron mis versos, mis poemas y los bocetos de los pintores

 Llegó a alegrar mis tardes y el candilazo de los arreboles y sus magníficos colores

 Su caminar pausado, meneando su bello cuerpo, me dejó lelo y con boca abierta, silenciando el fragor de los tambores

 Dejando a su paso la fragancia de su jardín florecido, sus aromas y sus olores

 Me enamoré de esta primorosa mujer a pesar de mis pecados y las caídas sin la confesión de mis errores

 Y ella me guiñó el ojo y la sonrisa de su rostro alegró las ansias y la pasión de mis amores

 Su abrazo alejó mis sombras, mis miedos, mis espantos y los pánicos de mis temores

 Me entregó su alma y su cuerpo y la emoción apasionada de sus sudores

 Fue y ha sido la chispa incandescente y enrojecida, que prendió al instante la fuerza de mis motores

 Y desde entonces ha sido la luna llena, que ilumina mi alma con sus rayos y resplandores

Llenando mi vida de alegrías, de sonrisas, de sentimientos, de ilusión y de sueños protectores

 Mujer hermosa embriagadora, mi cerveza, mi aguardiente, mi whisky y el anís de mis licores

 Mi calmante, mi aspirina y mi único mejoral, que calma mis gritos y la valeriana de mis sueños tranquilizadores

 

 Desde hace mucho tiempo, esta mujer hermosa, me entregó su dicha y sus felicidades

 Me entregó su corazón, su frescura y su bálsamo y lo precioso de sus libertades

 Su pudor y su honestidad y la acalorada pasión en el recinto de las intimidades

Mujer bella y encantadora, que derrocha amor, cariño, lealtad y fidelidades

 Que aleja de mi alma truenos y relámpagos, envidias y soberbias, que arrastran huracanes y tempestades

 Hace muchos años se desvanecieron como por encanto, hostilidades e inseguridades

Tampoco han aflorado incertidumbres, maldades, ni contrariedades

 Al lado de esta bella mujer, todo ha sido amor, pasión, comprensión, tolerancia, hogar, hijos y familia, llena de pasionarias sensualidades

 Como el cielo azul, lleno de estrellas y luceros sin nubes en sus inmensidades

 

Hace muchos años que llegó a mi vida un encantadora y bella mujer, asombrosa y preciosa

 Y ha sido por siempre mi mujer, esposa y mi amante querida maravillosa

 Llegó a mi alma una mañana, con su mirada silenciosa y misteriosa

 Desprendiendo de sus ojos gachos adormilados, luces de amores luminosas

 Y una sonrisa en sus los labios carnosos voluminosos provocativos, como pasionaria de aires huracanados amorosa

 Llegó a mi selva, dando luz y claridad con su alma asombrosa y cariñosa

 Revoloteando en mi cuerpo como bella y esplendorosa mariposa vigorosa

 Gracias Dios todopoderoso, por enviarme a esta mujer amorosa y gracias por sus bendiciones de felicidades majestuosas.

 

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga sep. 15-2024