Calegro

A MI PAÍS

Desde tus playas hasta la fortaleza,
el café y la belleza de mi país son incomparables.
Desde la tierra de los camarones
hasta la tierra de la punta,
desde la tierra del machete,
el lugar que vio nacer a mi madre,
hasta las ruinas y el lugar donde nació JOH.
Yo, por mi patria, mato,
y no hay forma de explicar el dolor,
el dolor que me arranca el alma
al ver cómo te pisotean sin piedad,
cómo te venden al mejor postor,
cómo tus hijos se ven obligados a huir,
dejando atrás sus sueños, su tierra, su sangre,
mientras otros te devoran sin remordimiento,
haciendo de tu sufrimiento su riqueza.
Es un puñal que se clava hondo,
ver cómo te desangras por la corrupción,
por la codicia, por la indiferencia.
Pero a pesar de todo, sigues en pie,
porque en cada rincón de tus montañas
y en cada ola de tus mares,
vive la fuerza de un pueblo que no se rinde,
que sigue luchando por un mañana mejor.
Tu belleza sigue intacta,
desde el aroma de tus cafetales
hasta el calor de tus calles,
y aunque algunos te intenten apagar,
siempre brillarás como una joya,
única y eterna.
Espero que, como en la vida de Michael Jackson,
la verdad finalmente se aclare,
y que el mundo vea lo que realmente eres.
Y, como mi futuro restaurante,
seguirás siendo un país de cinco estrellas,
no por los que te oprimen,
sino por aquellos que te aman,
los que ven en ti un hogar,
un refugio, una razón para seguir adelante.