Ramón Bonachí
Hoy igual que ayer
¡Ay!, mi querido reo, que indecencia,
me hacéis pensar en la voz ignorada,
en el sabor que deja la impotencia
y en bajar por decreto la mirada
a los pies de un sañudo soberano
que vive en una zona reservada.
Mostrando vuestro lado más humano
lograreis solo heridas en la piel
y con el corazón puro en la mano
os darán como pago amarga hiel.
Sois esclavo de un ente que os ignora
desde su blanca torre de Babel.
Bajo la tierra, vuestro sino mora,
tan solo sois un colibrí entre rejas,
un prisionero sin derecho a quejas
hasta que os deje de sonar la hora.
Fotografía y poema: Ramón Bonachí.