Se que mis versos llenan tu vida
Y que llora con mis poemas
tu mente viaja conmigo, desprendida,
surcando mares de letras, sin dilemas.
En la quietud de un rincón, te encuentras,
con cada rima, con cada palabra mía,
tu alma sensible vibra y se alimenta,
de historias que tu corazón ansía.
No te conozco el rostro, ni tu nombre,
pero siento tu presencia, silenciosa,
como un eco lejano que se asombre,
de encontrar en mis letras, su rosa.
Quizás te asusten las luces del día,
o prefieras la magia de la noche,
donde la imaginación se desafía,
y el alma se desnuda, sin reproche.
Sea cual sea la razón de tu escondite,
quiero que sepas que te siento cerca,
en cada verso que mi alma recite,
hay un espacio para ti, mujer secreta.
Sigue leyendo, que en cada poesía,
hay un mensaje de fuerza y esperanza,
para mujeres como tú, que un día,
decidan romper las cadenas en confianza.
No estás sola, mujer, te lo prometo,
mientras mis letras te sigan llegando,
en este lazo invisible, me someto,
a ser tu voz, tu eco, tu amparo!
Este poema es una respuesta a otro que me ha llegado de manera anónima por correo, y que por su tono y letras se que lo ha escrito una dama solitaria y sufrida. Espero que llegue a ella ya que su carta no trajo remitente, pero me confirma que un poema y la poesia es si mima es fuente para llenar soledades y enviar apoyo o consuelo.