AMANECIDA
Diga el sol
alguna idea luminosa
con la angelical presencia
de sus dorados rayos.
La tierra escuche
la canción del aire
y los mares aplaudan
de ola en ola.
El viento descanse
en la paz silenciosa
de los sagrados bosques
y el desierto espere
la promesa de las aguas.
¡Oh, niebla,
¿Qué dices de tus sueños?
Algo envuelve tu manto invisible
y parece florecer
en el silencio del volcán.
¡Ah, Cordillera de tus nieves,
cuanta belleza florece en tus peñascos!
Yo admiro tu telúrica presencia
y le encargo a los pájaros
que reciten poemas en tu honor.
Diga el sol
abriendo los secretos de la luz
cuanta bondad habita en el paisaje
y la música del viento proclame
en todos los puertos y bahías de mi patria
la llegada de semillas mensajeras
que poblarán los jardines
de nuestras ciudades malheridas.
¡Viva Chile!
E.D.A