Como antenas retractiles
reaparezco eréctil
impúdicamente
hasta rozar su dedo.
Súbitamente me escondo
bajo una coraza en espiral.
Sentirás mañana
cuando me vaya
lo mismo que sentiste al verme venir,
cuando mirabas atravesado
con sonrisa bobalicona
cruzando palabras intoxicadas.