La Tarde de un Día de Septiembre
La tarde de un día de septiembre,
es como las entrañas rojizas del atardecer,
cuando arde el recelo de la vida,
pero, la tarde es como la efervescente sangre,
cuando sólo es un atardecer,
pero, llega la herida,
a sangrar sí por la herida,
cuando sólo logras ver la sangre,
sí, en el bello atardecer,
en la tarde de un día de septiembre…
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
EMYZAG