Retendré un vals
para tu viaje en tu quietud,
en la armonía que deshila
tu humo ensoñador...
Con delicadeza lo detengo
en la palma de mi mano con durezas
de tanto suponer suposiciones,
de tanto atrapar letargos con café,
secretos repletos de verdades,
y noticias viejas
como amarillento y carcomido recorte
de anticuado papel...
Me consumo a la par que los astros infinitos,
aventajado, eso sí, por la sangre que soy
y la levedad que seré...
Me abuchean, ya lo creo, y me aplauden
al unísono cada silencio que rompí,
y que en el vals que ya no existe
se recompone en vulgar ruido...
Pero no quiero saludar a los muertos que no hablan,
ni atino a sonreír a tiempo a los que sí...
RBP (7/9/24 - 21:04)