Después de muchos años
he regresado a mi ciudad,
para buscar a mi amada
paz y mucha tranquilidad.
Al llegar a mi ciudad
una sorpresa me he llevado,
porque mi querida amada
ya se habia marchado.
Fue tan grande mi dolor
porque jamas me imaginaria,
que mi adorada amada
algún día se marcharia.
Ella por la dura soledad
un día se dejó derrotar
y perdiendo la paciencia
no me pudo esperar.
Ahora no se que hacer
porque será difícil vivir
y por mi indiferencia
seguro tendré que sufrir.
Tomenlo como un consejo
no descuiden a su amada,
porque por indiferentes
se van a quedar sin nada.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,06/06/2024.