Aquellos besos
de los desprecios de esos hígados
con nombre propio
Desde hace 899 vidas
no sentía
lo que siento hoy
Si, la eternid...
Las religiones/polítizadas
nunca me convencieron ...
Santiago Latorre
se convirtió
en un remedio de un pajero
de aquellos
Permiso,
regreso de Ayabaca
capital peruana
y ciudad de chicas más horrorosas
y ambigüas
de América